Cuando decides emprender debes evaluar todos los criterios de tu plan de negocio; como son la localización, formas de pago, procesos de ventas, entrega, almacenamiento, logística, inventario, permisos, seguros, contabilidad, mercadeo, servicio al cliente, identificación de puestos y; lo más importante, las personas que ejecutarán esas tareas.
Esas personas serán tus empleados y deberás pagarles sus salarios y hacerle las deducciones por ley. Esos pagos serán por cheque, efectivo o por depósito directo.
En un principio la emoción es mucha, la adrenalina y la pasión que se respira es positiva, llena el ambiente, cada día trae su afán y pasa rápidamente. De igual forma pasan las semanas, los meses, y los años y; de momento, esos que comenzaron contigo desde el inicio te piden unos días para descansar, otros para realizar gestiones personales, otros para ir a estudiar, también comienzan situaciones de duda cuando hiciste la nómina sobre las horas trabajadas, el tiempo extra de la jornada de trabajo, o como pagaste el día que te pidieron para ir a una cita médica o a la escuela del nene.
Y si a este escenario le añadimos que entre ese personal tienes familiares o por la confianza no tienes un récord de asistencia, entonces las caras largas, los comentarios, el mal ambiente, la tensión y la desconfianza comienza a surgir.
Es aquí donde aplica el refrán: “Es mejor prevenir que tener que lamentar”.
Para no llegar a situaciones incómodas y hasta legalmente adjudicables con la paga de mesadas, penalidades y querellas ante Normas y Salarios (Departamento del Trabajo), lo más prudente y sencillo es establecer por escrito cómo será esa relación entre patrono y empleados desde el inicio de la relación.
El documento que recopila como el patrono desea que se lleven a cabo los procedimientos, las normas, y los reglamentos dentro de su empresa se llama Manual del Empleado. Este documento tiene vida propia, se verifica cada cierto tiempo y se modifica según la empresa presente cambios, re-estructuraciones y/o crecimiento.
Como cualquier otro tipo de relación, la de patrono-empleado se basa en la comunicación. En ocasiones ésta se desvirtúa, se tergiversa, se daña.
Es entonces cuando es necesario la intervención de especialistas en la administración de los recursos humanos de la empresa. La experiencia de estos especialistas está basada en la legislación laboral y; la conducta y psicología humana, para mantener la sincronía entre las leyes y la convivencia laboral.
Por ello, si decides emprender, debes incluir desde el inicio la perspectiva y pericia de un recurso especialista en la administración de los recursos humanos para que puedas disfrutar de los logros y la satisfacción de tu emprendimiento y mantengas como regla de liderazgo, el estar siempre preparado.
Por: Iris Acevedo-MBA
Especialista en Recursos Humanos
Directora Ejecutiva de HR FACILIS GROPUP, PSC
Comments